jueves, 5 de febrero de 2009

Una construcción que se lleva adelante en el centro quilmeño fue epicentro de un serio conflicto

Tarde de tumulto


Cerca de las 15.30 del sábado, un grupo de vecinos de la construcción que se lleva adelante en Olavarría 226, se hartó de la impunidad con la que se manejan quienes dirigen la obra y de la ausencia de controles que pongan freno a los atropellos. Cuatro camiones hormigoneros de la empresa Pavisur, bloquearon los espacios públicos a su libre albedrío, ocuparon arterias y veredas, sometieron a los vecinos durante horas a un sonido ensordecedor y lograron lo que es natural: la reacción vecinal. Debió intervenir la policía.

Los vecinos de Olavarría 226 denuncian que “el edificio se construye con tiempos a destajo. Trabajan hasta casi la noche sin respetar espacios de tranquilidad, incluso sábados y domingos. Vivimos en medio de una situación insoportable”, indicó un vecino de nombre Gustavo. “Hoy, cuatro camiones cementeros, uno de ellos en contramano por la calle Olavarria, irrumpieron en la zona, rompiendo árboles de las viviendas aledañas , bloqueando la salida de vehículos del edificio lindante y violando expresamente la ordenanza que prohíbe este tipo de actividades durante ciertos días y horas”, relataron.
Decenas de vecinos del barrio salieron a la calle y avisaron a la policía, con intenciones de “parar este desastre”, dijeron. La seccional primera hizo llegar allí cinco mòviles policiales y los efectivos solicitaron a la empresa constructora que parara las actividades. Pero lo curioso es que al decidir no hacerlo, la policía nada pudo hacer. El oficial a cargo, le refirió a los vecinos que no habían podido hallar ni autoridades municipales ni funcionarios judiciales que pudieran indicar los pasos a seguir. De modo que asi quedó la situación.
La realidad es que un camión transitando contramano por una arteria céntrica como Olavarría, entraña un peligro real además de protagonizar una infracción flagrante. Pero la Dirección de Tránsito, tal vez abocada a buscar financiamiento para la segunda parte de “pizza, birra, faso,” no estaba. Y no estuvo por horas, porque el camión allí quedó, haciendo de las suyas. Infracción de tránsito, destrozos a la propiedad ajena, ocupación indebida del espacio público, ruidos molestos…….los funcionarios municipales se preparan descansando, para un agotador año electoral.


El Diario De Quilmes.