martes, 31 de julio de 2007

Normas que complican.


Obtener permisos para construir y habilitar obras en la DGFOC implica desentrañar una maraña de normativas, interpretaciones, informes y disposiciones.
A la inseguridad jurídica que la Ciudad de Buenos

Aires genera sobre nuevas inversiones, se suma la dificultad para obtener los permisos correspondientes para construir y habilitar las obras. La maraña de normativas, interpretaciones, informes y disposiciones —la mayoría, parte de un tratado oculto, ya que no se publica— convierten a la Dirección General de Fiscalización de Obras y Catastro (DGFOC) en una parafernalia burocrática.
A los ya consabidos certificados de AYSA, se agregarán la factibilidad de suministro de

las empresas prestatarias de gas y luz. ¿No deberían proveer las empresas esa información a la Ciudad? También, la obligación de inscribirse en un Registro de Demoledores y Excavadores y de presentar seguro de responsabilidad civil (el Gobierno sigue eludiendo su responsabilidad de control). Y si en el terreno no hay nada que demoler, el comprador tendrá el castigo de demostrar que no fue él quien demolió sin permiso.
Los funcionarios de esa Dirección pierden horas, días y meses tratando de ver

cómo se ponen en práctica estos requerimientos, en lugar de ocuparse de su verdadera tarea, que es el control de las obras. La confusión llega al punto de, por ejemplo, solicitar certificado de AYSA para estudiar la documentación de Condiciones contra Incendio, cuando se sabe que la instalación contra incendio no consume agua, porque se trata de una reserva estanca.
Pero no todas son malas noticias: en el boletín oficial de la Ciudad del 26 de junio pasado, salió publicado el Plan de Acción de Informatización de la DGFOC, que especifica que en un plazo de 61 días, los recurrentes podrán ingresar sus expedientes vía Internet. Según reconoce el Gobierno en el decreto 781, "dicha dependencia posee falencia en las instancia de atención al público, que las oficinas de ingreso de actuaciones no se encuentran integradas y se carece de un marco lógico y coherente para dar cuenta de las distintas tramitaciones". Así que, en lugar del reducido lapso de atención al público de 3 horas y media, ¡vamos a disponer las 24 horas del día para hacer los trámites! Si la idea es que la norma se cumpla, ¿podríamos poner en práctica el Art. 2.1.3.7 del Código de la Edificación, y retirar el día de la presentación del expediente el registro para comenzar a construir? Esto haría que los visadores chequearan la documentación antes de ingresarla, y no 30 o 40 días después, como ocurre ahora. También imagino que la maravilla de la informatización podría hacer otros milagros tales como citar a los profesionales mediante correo electrónico (¡o por teléfono!). En la actualidad se los cita mediante una vía

administrativa que recorre varias dependencias, insume un montón de personas que deben revisar el expediente, hacer remitos y firmar entradas y salidas, todo con el riesgo de que se pierda en el camino: entre uno y seis meses entre la ida y el regreso.
Y a lo mejor también se consiguen simplificar otros trámites, como el pedido de desratización ante Medio Ambiente: ahora hay que llevar un plano de lo que se va a demoler, previamente visado por el Consejo Profesional respectivo, previamente visado por el Departamento de Estadísticas de la DGFOC junto con el plano de lo que se va a construir, previamente firmado todas las veces que sea necesario por el profesional responsable, ya que esos planos no pueden enmendarse.
Trámite relativamente sencillo y rápido si se lo compara con otros. Porque ni hablar de obtener el 3ø PVO, que es el que sirve para subdividir y vender la propiedad. Si bien el Profesional Verificador de Obra está obligado a realizar la inspección e informar en 8 días en total, en el 95 % de los casos se vuelve a inspeccionar para corroborar los dichos de ambos profesionales. Entonces, el expediente debe ser trasladado a otra sección, que lo pasa al inspector de zona, que después de revisar la obra lo envía al jefe de inspectores para que lo firme, que a su vez lo remite al Departamento de PVO para que estudie si lo otorga.
Está claro que debería haber en esa oficina un cuerpo de inspectores que, con la misma rapidez que los verificadores, revise y se expida. Entonces vender no sería un propósito divino destinado sólo a los que disponen de tiempo (entre tres y seis meses) para hacerlo. Y todo ese tiempo administrativo lo usaría la DGFOC para volcarse al control de las obras en forma sistemática y no por presión política.
Las últimas grandes modificaciones de códigos que hubo en la Ciudad generaron un sinnúmero de interpretaciones —no todas publicadas— para poder aplicarlas, tal el grado de confusión que agregaron. Y la propuesta de modificación del Código de la Edificación elevada a la Legislatura tampoco mejoraría la situación, ya que además de ser vaga e imprecisa sobre muchos aspectos, remite constantemente a normas nacionales o privadas. Y sigue siendo prescriptiva, cuando en las grandes ciudades se plantean códigos por objetivos, y así favorecen la investigación de soluciones y tecnologías alternativas.
Además, como la propuesta que se encuentra en estudio se ofrece como un gran paquete, siempre habrá objeciones y dilaciones. Por eso mismo, actualizaciones tan necesarias como los capítulos de Seguridad contra Incendios y Ascensores quedarán supeditadas a los vaivenes políticos.

Magdalena Eggers es arquitecta y experta en normativa.
Fuente: Clarín Arquitectura.

Carta de vecino Quilmeño, sobre predio Rhodia

Vecinos de Quilmes.

Ya mucho antes de la invasión indiscriminada de edificios se evidenciaba en la ciudad un gran desorden urbano impulsado por la especulación inmobiliaria y un colegio de arquitectos y funcionarios que jamás midieron la arquitectura en términos humanos, como debía haber sido, si no, solamente en metros cuadrados y pesos/m. Lógicamente en este contexto la necesidad de espacios verdes y para el esparcimiento nunca fue tenida en cuenta y hoy, su falta, es mas notable que nunca.

En 1999 un grupo de vecinos que vimos con preocupación el deterioro de nuestro medio ambiente nos juntamos con intenciones de trabajar en función de estos aspectos. Nos unía un paredón frente a nuestras casas, que se pone caliente durante las elecciones y un sueño: que la última reserva verde de Quilmes (detrás del paredón) se convierta algún día en un espacio público donde los quilmeños puedan pisar pastito y caminar entre los árboles. Pero rápidamente fuimos desgastados por la interminable bicicleta municipal y posterior crisis en la que todos nos vimos envueltos, en el sálvese quien pueda nos disgregamos y cada uno hizo la suya.

Los quilmeños, así como vimos desaparecer la plaza donde hoy luce un hipermercado, también vimos caer en el deterioro y transformarse en más deterioro iconos históricos y arquitectónicos como el viejo Pejerrey club, vimos desaparecer casonas hermosas y aflorar construcciones de hormigón que invaden despreocupados la privacidad de terceros y hoy, detrás del incesante rugir de las motosierras vemos morir ese viejo y utópico sueño del parque público.

Detrás de nuestro paredón, en el gigantesco predio de la ex Rhodia, se amontonan troncos de viejos árboles, se hace espacio para los futuros chalet y se plantan pinos a modo de cerco perimetral de lo que próximamente será un barrio cerrado de lujo. El último espacio abierto y arbolado de Quilmes lo disfrutarán unos pocos millonarios. Se dibuja una triste sonrisa en algunos vecinos, festejando habernos salvado de la invasión de torres y suponiendo que la nueva vecindad aumentara la cotización de sus propiedades.

La semana pasada se leía en un medio local que el supermercado que funciona en nuestra plaza se habría aprobado con 2500 m. de superficie destinados a uso público, de los que nadie ha sabido nada, tal vez dentro de 10 años se lea que el porcentaje de estas más de 6 hectáreas destinado a uso público lo ocupa una suntuosa residencia.

Escribo esto con la esperanza de movilizar a quienes entienden en reglamentaciones urbanas para que en un futuro no haya necesidad de reclamar lo ya perdido.

Atentamente.

Eduardo.

jueves, 26 de julio de 2007

Quilmes esta de luto.

El arte de habitar

En inglés la diferencia entre house (casa en el sentido material de la estructura) y home (hogar, donde se vive) es clara y tajante, no ocurre así en castellano. Home además de designar un “lugar” físico también tiene el sentido más abstracto de un “estado de ser”. Home reúne los significados de la casa y de sus habitantes, de la residencia y del refugio, de la propiedad y también del afecto.

Cada una de las moradas protege un algo trascendente, un secreto, eso que a través del tiempo sigue latiendo en lo profundo de un ensueño tal vez colectivo.

¿Qué implica significar mi casa por sus olores, imágenes y gustos? ¿Cómo se explica que sus ruidos y textura me permiten conocerla? ¿Que un recuerdo, un olvido, un sentimiento la puedan invocar? ¿Qué ocurre cuando vivo la comunicación espacial de mi refugio?

Elogiamos la virtud de la pregunta como método para pensar lo habitual, en lo cotidiano puede latir lo extraño, lo no cotidiano, un enigma que nos impulsa a preguntar cosas, a desnaturalizar, por instantes, la habitualidad.

Lo que surge a continuación, es el relato de un episodio con Marta, una mujer del centro de Quilmes, que vendió su casa para la demolición:

“Estábamos conversando con M en el living de su casa, ella describía sus innumerables plantas, cómo las cuidaba, cuáles eran los trucos para que crezcan sanas y vigorosas cuando de pronto el timbre nos interrumpió. M acudió a su llamada y, luego de intercambiar unas palabras con un hombre, regresó con una expresión apenada, triste. Ahí fue cuando nos contó -“Vinieron de la inmobiliaria a colocarme el cartel de venta”-. M no pudo continuar el diálogo, se sentó en una silla y exclamó -“qué momento…no pensé que me iba a poner tan mal…no sé qué decir”-”

Reflexionar sobre la comunicación y el espacio en la experiencia de habitar nos obliga a abrir el rango de sensibilidad para conocer e incorporar a las sensaciones, la imaginación y el afecto como otras vías genuinas para nutrir nuestra aprehensión de la realidad. La casa se piensa, se huele, se palpa, se degusta, se escucha, se quiere, se odia, se sueña.

Tiempo y espacio mensurables es la “consigna” que motoriza este modo de vivir actual. Históricamente occidente viene manteniendo una relación mezquina con respecto al espacio, cada vez más se advierte una concepción representacional-racional de los lugares que habitamos. Hablamos de la casa y pensamos en metros cuadrados, en números, en nombres de calle, en cantidad de ambientes, en precio, en categorías (A, B, C1, C2) olvidando, o encubriendo, todas las demás instancias que entran en el acto de habitarla.

Estamos viviendo una época en la que se trasladan modelos de vivienda de un lado a otro, en la que se “copian” formas que se estiman “exitosas” a los beneficios del mercado. Hoy la casa es un bien capital en el mapa de las posesiones de sus dueños. Se piensa en “producir” viviendas con el menor gasto posible y alojar, en esta estrategia, muchas vidas en poco espacio. Crecen las torres verticales e infinitas, los compartimentos con ambientes cada vez más estrechos, crecen las “cocheras viviendas”, los monoblocks, crece la población y las villas miseria. Se expande el diseño de vanguardia, el confort y el snobismo. Seriación, repetición, y a menor espacio más alojamientos.

Lo importante no es la casa como mera forma, sino la forma cómo se la habita. Cada modo de habitar es singular y único porque depende de la huella con la que cada habitante haya marcado el espacio. Podemos encontrar polvo acumulado sobre los muebles, plantas vigorosas que muestran que son habitualmente regadas, es posible hallar una casa limpia y ventilada como también rincones repletos de cosas nunca revisadas, podemos encontrar paredes con fotos, un libro marcado en alguna página particular, y toparnos de repente con una cama caliente cuyas sábanas están revueltas. Un tubo de pasta dentífrica estrangulado, restos de flan en la basura, un clavo aislado sobre la pared.

Si hablamos de “Home” invocamos una relación afectiva del habitante con su casa. El habitar es un arte aunque a veces se lo olvide como tal, todo espacio es superficie maleable, pasible de marcaciones y transformación, somos artesanos de nuestras moradas. Aún cuando las revistas insistan en prometer casas sin huellas siempre aparece una grieta, la raíz de algún árbol intruso, una mancha de humedad, un rayón insurrecto que no se pudo prever. “Poéticamente habita el hombre” dice Heidegger, entre el cielo y la tierra, en ese vaivén, en ese espacio común acontece la experiencia de comunicación con el mundo.

Hay un espacio de seducción que no podemos inteligir, un efecto casi mágico que resuena en las atmósferas de los espacios que nos invitan a pasar o nos expulsan fuera. Hay una comunicación allí que hemos tratado de escuchar aquí.

Comunicación con el mundo es conocimiento del mundo, encuentro con él, consiste en el arte de escuchar, dejarse afectarse, comprender y transformar. Es movimiento hacia lo que se presenta diferente a lo propio, al punto de salirse de sí y poder crear una entidad nueva a partir de ese vínculo. Para poder arribar a tal apertura se hace necesario permitir que el mundo entre y entregarnos al mundo, en el espacio hay un susurro que nos habla.

¿Me pregunto dónde quedan las voces de aquellas atmósferas que ahora gritan desde los escombros de esta ciudad covertida en cementerio? ¿Puede una home demolerse sin dolor? Quilmes está de luto.....


Quilmes est



domingo, 22 de julio de 2007

Y ahora ?


La manzana de los cines figura con 2.500 mts.2 libres

Los planos donde se construyó un edificio para un supermercado y sala de cines, en pleno centro de Quilmes, fueron aprobados durante la gestión del intendente Federico Scarabino, como si tuviese libre de construcción dos mil quinientos metros cuadrados, algo así como un cuarto de manzana. La situación fue dada a conocer por el concejal del ARI, Mario Sahagún, quien prometió continuar investigando el emprendimiento en una manzana que era una plaza y que el actual senador “cedió” por treinta años, a cambio de un edificio municipal, no funcional y que parece de cartón.
Todavía se recuerda cuando el intendente Scarabino “vendía” el proyecto de transformar la manzana en un hiper. Recordemos que durante su gestión se abrieron varios supermercados lo que originó que a Quilmes se la llame la “Ciudad Changuito”.


Centro cultural

Uno de los argumentos para ceder la manzana donde debe funcionar una plaza, era que se iba a construir una playa de estacionamiento subterránea que iba a servir para descomprimir el tránsito en el centro de Quilmes, y que en el tercer piso del complejo, el Municipio iba a contar con un centro cultural de características nunca vistas.
Usted lo vio?... Obvio que no. La realidad es que allí funciona un hiper. En aquel momento Unimarc, luego Norte y ahora Carrefour. También hay un complejo de salas de cine y un centro gastronómico. Ultimamente un gimnasio. El piso para que funcione un complejo cultural municipal nunca se vio, nunca se construyó.
La playa de estacionamiento para descomprimir el tránsito en la zona céntrica tampoco está. La que hay, apenas alcanza para albergar a quienes van a comprar o al cine.

Canje:

La gestión de Scarabino cedió por treinta años la manzana a cambio de que Unimark construyera un nuevo edificio municipal. Ese edificio, que está en un rincón de Quilmes, tuvo muchos problemas. Había y sigue habiendo filtraciones de agua pero lo más importante es que es totalmente insuficiente; ni siquiera se había tenido en cuenta un lugar con especio suficiente para el Concejo Deliberante y su construcción es muy precaria. Para el Municipio no fue negocio. El gran negocio fue para los inversiones y se desconoce si para alguien más...

Planos truchos:

Pero el dato aportado por el concejal Sahagún no es menor. El plano aprobado por la gestión Scarabino en 1996, figura que el terreno libre de esa manzana es de dos mil quinientos metros cuadrados.
Quienes conocen ese complejo, pueden advertir que eso no es así. Para quienes le queden dudas puede visitar el lugar. Se trata de la manzana ubicada en Moreno, Olavarría, Lavalle y Humberto Primo.

Comisión especial:

La comisión que se formó en el Concejo Deliberante y que tiene a su cargo otorgar permisos para construcciones o reformas de emprendimientos mayores a los 5 mil metros cuadrados, ya tomó conocimiento del hecho y solicitó a la Secretaría de Obras del Ejecutivo que inspeccione el lugar.
La nueva empresa (Carrefour), ahora solicita realizar reformas internas. Para ello presenta el plano de 1996, donde figura que la manzana tiene un terreno libre de construcción de dos mil quinientos metros cuadrados. De aprobársele la solicitud quedaría convalidada la irregularidad.
Recordemos que el ex intendente Federico Scarabino, hoy senador provincial, es un aliado del actual ministro del Interior Aníbal Fernández y del intendente Sergio Villordo.

Fuente: www.quilmesadiario.com.ar

miércoles, 11 de julio de 2007

La falta de un plan urbano mantiene paralizadas más de 100 obras

La reciente sanción de la ley que exigirá la entrega de certificados de factibilidad para autorizar obras nuevas en todos los barrios, y que incluirá la aprobación de todas las empresas de servicios -agua, electricidad y gas-, lejos de aquietar las aguas, agitó la controversia entre el gobierno porteño, AySA, profesionales y vecinos. Mientras tanto, el problema crece y ya no se reduce a la disponibilidad de infraestructura en ciertas zonas, sino a un tema de fondo que está latente: la falta de planeamiento de toda la ciudad.

"La problemática viene de un proceso histórico de deterioro. Esto significa una merma de inversiones y desde el gobierno se deja todo en manos de las empresas proveedoras de servicios. Nos parece una situación peligrosa como antecedente porque habla de la desarticulación y desaparición del planeamiento que impide que la ciudad tenga un plan ordenado", afirma el arquitecto Daniel Silberfaden, presidente de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA).

Sin infraestructura

LA NACION intentó consultar al ministro de Planeamiento y Obras Públicas del GCBA, ingeniero Juan Pablo Schiavi, pero no respondió la llamada. Por su parte, el presidente del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU), considera: "En la Casa de Gobierno, el presidente de AySA dijo que no tienen problemas para proveer agua en tiempos menores de lo que tarda una obra. Esto desnuda el verdadero problema: el planeamiento de la ciudad, las densidades, las tipologías. La infraestructura es secundaria".

En este sentido, el ingeniero José Pablo Chelmicki, titular de la Comisión del Area Metropolitana, Infraestructura y Urbanismo del Centro Argentino de Ingenieros (CPIC), destaca que la infraestructura no es el gran problema porque "la producción local de energía supera el consumo en Capital, en el gas no hay problemas en la red, sino en la producción, mientras que AySa declaró que no existen problemas en responder a la demanda por aumento de consumo".

Según estimaciones del CPAU estaría paralizadas el doble de obras de las 134 que se aceptan oficialmente. En total, se habrían paralizado más de 600.000 m2, que implican 270 millones de dólares y una posible pérdida de 50.000 puestos de trabajo.

El licenciado Gustavo Desplats, de la Asociación Protocomuna Caballito, asegura: "El problema de fondo es que la falta de un planeamiento equilibrado genera grandes asimetrías entre el norte y el sur de la ciudad". Y agrega: "Caballito, Villa Urquiza y Palermo concentran en los últimos años el 50 por ciento de todo lo que se construye. El año último, el 46 por ciento fue vivienda premium. Este año se construirán sólo 1700 viviendas sociales. Para cubrir la demanda de 600.000 personas pobres y 600.000 de clase media se deberían construir 10.000 viviendas por año durante 8 años, aproximadamente, un millón de m2".

Sin embargo, mientras la distancia entre lo que debería ser y la realidad aumenta, la aprobación del Plan Urbano Ambiental se convierte en una utopía cada vez más lejana.

F. G. C.

Fuente:La Nacion Sup.Arquitectura.

La construcción indiscriminada de edificios es causa de cortes energéticos


Los motivos de los cortes del servicio, explicó la empresa Edesur a los vecinos, son tres. Uno de ellos tiene que ver con el alto incremento que implicó la construcción de edificios torre en el centro de la ciudad.

Los constructores de edificios de Quilmes centro no notificaron a Edesur de que levantarían torres, con el consiguiente consumo eléctrico. Este es uno de los motivos que esgrime la empresa del alto crecimiento del consumo, que provoca los cortes energéticos , explicó ayer la vecina Clara Fund, habitante de la Barranca de Quilmes.
Tras la reunión mantenida la semana que pasó con autoridades de la empresa distribuidora de energía y el ente regulador (ENRE), los vecinos indagaron sobre las causas de los permanentes cortes imprevistos. Y trajeron tres argumentos centrales de Edesur: el aumento no previsto en el consumo de entre el 20 y el 25 por ciento, la no puesta en marcha de la subestación Rigolleau, y la construcción de edificios.
Fuimos a Edesur central porque para los cortes de energía, las bajas de tensión, y los desperfectos en artefactos del hogar por los golpes de tensión, no hay respuesta para estos
reclamos en la filial de Quilmes. Queríamos saber dónde estábamos parados como usuarios, y cuáles las respuestas de la empresa , comenzó Fund, quien estuvo junto con vecinos de los barrios La Florida, Kolynos, José Hernández, la Barranca, entre otros.
No salimos conformes desde que nos dijeron que no va a haber una solución a corto plazo, porque la empresa no ha hecho inversiones desde 1998, pero al menos logramos interiorizarnos de lo que está pasando , continuó Fund.
La empresa no esperaba un crecimiento mayor del consumo energético del 8 al 9 por ciento, cuando ese incremento, gracias a la pequeña reactivación que se ha dado recientemente, implicó entre un 20 y un 25 por ciento. Y eso que la reactivación ha sido muy pequeña, que le permite a la gente gastar un poquito nada más, que le permite comprarse una estufa eléctrica, el ama de casa se anima a comprarse una máquina de coser y ponerse a hacer costuras para afuera, pero pareciera que todo esto no lo podemos hacer porque el sistema de distribución eléctrica no lo soporta. Por el contrario, somos castigados en la tarifa si consumimos un poco más que el año pasado .
Dicen que en Quilmes no pueden potenciar más el sistema porque no pueden conectar la subestación Rigolleau. Y no se puede porque los vecinos no lo dejan. Preguntamos qué tiene que ver el Municipio y nos respondieron que no quieren meterse para no ponerse a la gente en contra. Entonces los usuarios estamos en el medio: la empresa que delega, el Municipio que no se hace cargo, y nosotros que con justa razón reclamamos información .

EDIFICIOS
Le planteamos a la empresa el crecimiento edilicio en la ciudad, porque esto nos afecta seriamente, y al respecto nos dijeron que en ningún momento se los había consultado sobre las construcciones, siendo que para cualquier construcción hay que consultar a las empresas de servicios públicos, para ver cómo está la infraestructura para levantar nuevos edificios .
Por cada edificio en Capital ponen un transformador en la puerta. Pregunto yo qué vecino toleraría un transformador en la puerta. El vecino actúa de esta manera porque hay dudas sobre la existencia de PCB. Ellos garantizan que no hay transformadores con PCB, pero quién le cree a la empresa. Encargaron un estudio a la Universidad de La Plata, así que esperemos que pronto se conozcan los resultados , añadió Fund.

PRÓXIMOS PASOS
Consultada sobre los próximos pasos, la vecina de la Barranca explicó que iremos a la secretaría de Energía de la Nación para reclamar por las multas al consumo, porque nosotros no queremos que nos pongan multas, sino que nos dejen trabajar. Queremos que se soluciones el problema de la electricidad, que pueda usar toda la energía que necesite, que ellos hagan sus inversiones .
Nos adelantaron que en febrero aplicarán un aumento de tarifas. Me pregunto si entonces harán las inversiones necesarias para que garantizar un servicio uniforme para todos .
En el acta que firmaron todas las partes en la reunión del viernes, pasado, se señala en los últimos párrafos: Los usuarios manifestaron que toman notas de os compromisos expresados por la distribuidora esperando verlos concretados en los hechos acto seguido, los funcionarios actuantes requieren de Edesur que en el plazo de 30 días hábiles administrativos presenten en el expediente un informe comprensivo de los compromisos asumidos y que refleje asimismo lo relativo a la calidad del servicio público a su cargo .
Se aclaró con respecto a la implementación de una tarifa social, que ello se encuentra previsto en las actas acuerdo suscriptas entre las empresas distribuidoras y el Gobierno Nacional, y que la normativa correspondiente se encuentra en trámite de aprobación, cuyos potenciales beneficiarios serán determinados previamente por la autoridad del área social del Poder Ejecutivo Nacional .

Fuente:www.perspectivasur.com.ar

martes, 3 de julio de 2007

Clausuran en Puerto Madero dos obras en construcción


No cumplían con las normas mínimas de seguridad e higiene

En la zona donde se vende el metro cuadrado más caro de Buenos Aires, algunas obras no cumplen con los requisitos mínimos de registro y seguridad de los trabajadores.

Así lo comprobó el Ministerio de Trabajo durante una inspección realizada anteayer en Puerto Madero, encabezada por el subsecretario de Fiscalización del Trabajo y de la Seguridad Social, Julio Casavelos, con el apoyo de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) y la Unión Obrera de la Construcción (Uocra).


Si bien hasta anoche no se conocían los resultados definitivos de las tareas de fiscalización, Casavelos adelantó que se comprobaron varias irregularidades en las obras en construcción inspeccionadas. "Todavía hay empresarios que se resisten a cumplir con la norma, que les niegan a los trabajadores sus derechos más esenciales. Este accionar no tiene justificación alguna en una actividad en constante crecimiento como es la construcción y, mucho menos, en obras de esta envergadura que dejan a los constructores y desarrolladores millones de dólares en ganancias".

En suspenso

Durante el operativo se inspeccionaron los emprendimientos Torres del Yacht y Madero Center. Ambos fueron suspendidos por razones de seguridad e higiene.

Según el Ministerio de Trabajo, en la obra Madero Center faltaban, entre otras cosas, los arneses de seguridad, mientras que en el subsuelo se trabajaba a oscuras y faltaba orden y limpieza general.


En la Torres de Yacht, en cambio, faltaban las barandas perimetrales en el pozo de excavación y en los andamios; el acceso a la obra era inseguro y no había señalamiento de circulación peatonal y vehicular.

En ambas obras se encontraron 26 empresas contratistas y se relevaron 558 trabajadores.

Estas inspecciones en Puerto Madero forman parte de una iniciativa más global, que apunta a controlar los 100 emprendimientos inmobiliarios más importantes.

El operativo, que empezó el 11 del mes pasado, ya fiscalizó 67 obras en construcción. En ellas se detectaron irregularidades de registración de los trabajadores y falta de seguridad e higiene en el trabajo.

En total, hasta el momento, se controló la situación de 1025 trabajadores, de los cuales 188 no estaban debidamente registrados por sus empleadores. Las obras paralizadas por deficiencias de seguridad fueron 43.

Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/922091

Quilmes Unido prepara una nueva manifestación

El doctor Mario Sinisgalli, uno de los referentes de la Asamblea Quilmes Unido, le anticipó a Radio Quilmes (FM 106.9), que durante el presente de mes de julio volverán a realizar una movilización en reclamo a la falta de respuestas del Municipio ante el pedido de audiencia no respondido; por la negativa a suministrar información solicitada y también por “la construcción indiscriminada de edificios sin control”. También se anunció que la secretaría de Trabajo iniciará la inspecciones de obras para ver si los trabajadores están en regla.
El sábado por la mañana un grupo de integrantes de Quilmes Unido se apostó sobre la vereda de la calle Alvear entre Videla y Alsina. Allí colocaron una mesa con la finalidad de recolectar firmas para reclamar ser escuchados por las autoridades municipales. En ese frente se vendió una vieja y valiosa casona y se construirá una torre de departamento.
Cerca del mediodía llegó al lugar “el encargado” de la obra quien increpó e insultó a los representantes de Quilmes Unido. En lo que significó un verdadero atropello, esa persona procedió a cercar la vereda, como si fuese el dueño del espacio público.
La persona, visiblemente molesta y nerviosa, además de insultar a los vecinos de Quilmes Unido, sacaba fotos con la supuesta intención de lograr la identificación de los miembros de la asamblea. Ese individuo colocó conos naranjas y cintas plásticas sobre la vereda, un hecho ilegal e inconstitucional.

Nueva manifestación

El doctor Sinisgalli comentó el hecho, aclarando que “los miembros de Quilmes Unido, estábamos sobre la vereda, que es un espacio público, sin molestar a nadie. No entendemos la actitud de esta persona que llegó acompañada de otras personas a quienes no conocemos”.
Sinisgallí también anticipó que a “pedido de la gente y de quienes estamos en esta asamblea, volveremos a realizar una manifestación. Será durante el presente mes y seguramente será un nuevo autazo. En los próximos días daremos mayor información”.

Fuente: www.quilmesadiario.com.ar

Hay más de 100 obras paradas por temor a que falte el agua


AySA no les entrega a los constructores un certificado impuesto por el Gobierno porteño que garantiza el servicio. Según la empresa estatal, hay 134 permisos retenidos. Para los arquitectos, hay más del doble.

El debate por el crecimiento de la construcción en los barrios de Buenos Aires sigue subiendo su temperatura, ya que la empresa AySA le admitió a Clarín que 134 obras de gran dimensión están paradas porque no se puede garantizar que no impacten negativamente sobre el servicio de agua potable y cloacas de la zona.

El dato podría tomarse como una confirmación de que los problemas de infraestructura que denuncian los movimientos vecinales que se oponen al crecimiento de la construcción efectivamente existen.

Sin embargo, del otro lado, los constructores dicen lo suyo y meten presión. En el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU) estiman que la cifra de proyectos demorados llega hasta 280 y se quejan de "falta de seguridad jurídica".

"En este momento, la decisión sobre qué se construye y qué no en Buenos Aires la toma AySA, en lugar del Gobierno de la Ciudad", le dijo a Clarín Carlos Berdichesky, presidente del CPAU.

Actualmente, el certificado de factibilidad de AySA se exige solamente para construir en diferentes zonas de cinco barrios, de acuerdo a lo que establece el decreto 220, firmado por el jefe de Gobierno, Jorge Telerman, en febrero. Se trata de Palermo, Caballito, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza y Coghlan, lugares considerados críticos desde el punto de vista de su densidad de población, del estado de la infraestructura y de la cantidad de proyectos inmobiliarios.

Sin embargo, de acuerdo a un proyecto de ley aprobado el último jueves por la Legislatura porteña, próximamente se pedirán certificados de factibilidad para autorizar obras nuevas en cualquier punto de la Ciudad, y no solamente de AySA, sino también de las empresas que prestan servicios de electricidad y gas.

"Acá existe un reclamo de vecinos de distintos barrios de que se pare la construcción. Por otro lado, el Gobierno porteño no dice si la Ciudad está o no en condiciones de seguir soportando el crecimiento inmobiliario como hoy se está dando. Entonces, decidimos armar un camino intermedio, en el cual las empresas de servicios públicos deberán evaluar cada caso. Si hoy están paradas obras porque AySA no las autoriza, debe ser porque los problemas de infraestructura existen", afirmó el diputado macrista Alvaro González, presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura.

Según informaron ayer en AySA a este diario, desde que en febrero entró en vigencia el decreto 220 hasta mediados del mes pasado, en la empresa de agua y saneamiento se recibieron 348 pedidos de certificados de factibilidad para poder construir.

En la empresa estatal dijeron que 134 de ellos -los proyectos de más de 5.000 m2 cubiertos, que son los que más impacto podrían tener en la presión de agua y la red de cloacas del barrio- fueron remitidos a una comisión creada por el mismo decreto en el ámbito del Ministerio de Obras Públicas, para que las analice. Y que es en esa comisión donde están parados los planteos.

Clarín quiso consultar al ministro de Obras Públicas porteño, Juan Pablo Schiavi, pero éste no atendió el llamado. Su vocera indicó que "los pedidos de autorización para obras no están parados. Están siendo analizados y ésta una tarea compleja que necesita tiempo".

La cuestión ya disparó un pedido de informes al Poder Ejecutivo presentado en la Legislatura por el diputado de Recrear Marcelo Meis, que quiere saber oficialmente cuántas son las obras que están esperando el certificado de AySA y qué está haciendo el Gobierno de la Ciudad ante esta situación.

En el CPAU dicen que estas circunstancias han paralizado la construcción de 336.000 m2, que significan 268 millones de dólares inmovilizados y una pérdida de aproximadamente 50.000 puestos de trabajo directos o indirectos.

"AySA contesta en muchos casos que necesita un plazo de entre 9 y 15 meses para asegurar las obras cloacales. La realidad es que el que debe asegurar la infraestructura es el Gobierno de la Ciudad. No puede pasar que la decisión quede en manos de una empresa. Si no queremos que en determinados barrios se construya, que se modifique el Código de Planeamiento Urbano con las audiencias públicas y los debates previstos por la Constitución de la Ciudad", reclamó el presidente del CPAU, Berdichesky.

Esta institución dice que le ha pedido información oficial a Ay SA sobre la cuestión, pero que no tuvo respuesta.

Todavía no está claro si la Legislatura va a dar ese debate sobre modificaciones al Código de Planeamiento Urbano, con el objetivo de preservar la fisonomía de ciertos barrios, donde hoy está permitido construir a alturas importantes.

"Hay dos posturas enfrentadas, de grupos de vecinos y de constructores. Hoy la inversión está yendo solamente donde es más rentable y por eso la gente de esos barrios se queja. Creo que tenemos que discutir modificaciones al Código para discutir qué tipo de Ciudad queremos", opinó el diputado kirchnerista Juan Manuel Olmos, vicepresidente de la Comisión de Planeamiento Urbano.

Daniel Gutman
www.clarin.com

domingo, 1 de julio de 2007

Acceso a la Informacion Publica

A continuación se detalla el texto de los tratados internacionales con rango constitucional que hacen referencia a la transparencia de las instituciones y el acceso a la información:

Declaración Universal de los Derechos Humanos:

Artículo 19

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Convención Americana sobre Derechos Humanos:

Artículo 13.

Inciso 1.

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos:

Artículo 19.

Inciso 2

Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.

Ley de acceso a la información ambiental:

El 26 de noviembre de 2003 el Congreso de la Nación sancionó la ley que establece el Régimen de Libre Acceso a la Información Pública Ambiental. La norma fue promulgada el 6 de enero de 2004.