Se controlaron 180 empleados en una docena de sitios en el primer día de operativos.
Durante el primer día de un operativo de fiscalización que, en una semana, prevé verificar 100 obras en construcción en la Capital Federal se descubrió un 30% de obreros en negro. Ayer, a partir de las 9.30 y hasta pasadas las 14, un equipo de inspectores del Ministerio de Trabajo, de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo y de la Unión de Obreros de la Construcción (Uocra), acompañados por la Policía Federal, recorrió 12 obras en construcción en el barrio de Flores: de los 180 empleados relevados, 54 trabajaban en la informalidad. Además, se suspendieron las obras en las que la seguridad de los trabajados no estaba garantizada. Así lo confirmó a LA NACION el director nacional de Fiscalización del Trabajo, Guillermo Zuccotti, al concluir el operativo, que hoy continuará desde las 8 en Caballito. Ese barrio y el de Flores están entre los que encabezan la demanda de pedidos para construir: entre 2005 y 2006 la superficie autorizada aumentó un 169% y un 113%, respectivamente, según un estudio del Ministerio de Producción porteño. La camioneta del Gobierno que llevaba a Zuccotti estacionó en Bonifacio 1140. El primer portón de chapa que golpearon con fuerza tomó desprevenidos al capataz y a los 12 trabajadores, uno de los cuales era indocumentado. "¿Podés venir? Están del Ministerio de Trabajo. Andaban dando vueltas y entraron acá", informaba por su celular el capataz de la obra al responsable del proyecto inmobiliario. Cinco minutos después, el arquitecto entraba en la obra casi corriendo y preguntaba al aire: "¿Qué es todo esto, por Dios?". Con el correr de las horas la noticia de que la zona estaba llena de inspectores era un secreto a voces. Ese tipo de acciones forman parte del Plan Nacional de Regulación del Trabajo, destinado a erradicar el trabajo no registrado en diferentes sectores. Según el Indec, el de la construcción es uno de los más informales: a fines de 2006, el 67% de los obreros trabajaba en negro. Zuccotti, en función de la tarea de inteligencia que los llevó a Flores, estimó que la informalidad empieza a reducirse y ronda el 50%. "Hay una política activa de fiscalización y se genera un factor riesgo que termina reduciendo la ilegalidad", manifestó el responsable de los operativos. Según una fuente del Palacio de Hacienda, en el primer trimestre de este año se registraron 384.433 trabajadores, lo que representa la creación de 50.000 puestos de trabajo en un año. "La actividad sigue creciendo y hay muy buena rentabilidad. No tienen excusas para no cumplir con la ley", apuntó Zuccotti. Parado frente a una torre próxima a inaugurarse, en Bonifacio al 1600, señaló: "Estos departamentos están cotizados a 120.000 dólares cada uno. Y están todos vendidos". Los operativos continuarán esta semana en Caballito, Colegiales y Belgrano, aunque no adelantaron el circuito de los inspectores. Intentan mantener el efecto sorpresa del operativo.
Verónica Dema.
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Durante el primer día de un operativo de fiscalización que, en una semana, prevé verificar 100 obras en construcción en la Capital Federal se descubrió un 30% de obreros en negro. Ayer, a partir de las 9.30 y hasta pasadas las 14, un equipo de inspectores del Ministerio de Trabajo, de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo y de la Unión de Obreros de la Construcción (Uocra), acompañados por la Policía Federal, recorrió 12 obras en construcción en el barrio de Flores: de los 180 empleados relevados, 54 trabajaban en la informalidad. Además, se suspendieron las obras en las que la seguridad de los trabajados no estaba garantizada. Así lo confirmó a LA NACION el director nacional de Fiscalización del Trabajo, Guillermo Zuccotti, al concluir el operativo, que hoy continuará desde las 8 en Caballito. Ese barrio y el de Flores están entre los que encabezan la demanda de pedidos para construir: entre 2005 y 2006 la superficie autorizada aumentó un 169% y un 113%, respectivamente, según un estudio del Ministerio de Producción porteño. La camioneta del Gobierno que llevaba a Zuccotti estacionó en Bonifacio 1140. El primer portón de chapa que golpearon con fuerza tomó desprevenidos al capataz y a los 12 trabajadores, uno de los cuales era indocumentado. "¿Podés venir? Están del Ministerio de Trabajo. Andaban dando vueltas y entraron acá", informaba por su celular el capataz de la obra al responsable del proyecto inmobiliario. Cinco minutos después, el arquitecto entraba en la obra casi corriendo y preguntaba al aire: "¿Qué es todo esto, por Dios?". Con el correr de las horas la noticia de que la zona estaba llena de inspectores era un secreto a voces. Ese tipo de acciones forman parte del Plan Nacional de Regulación del Trabajo, destinado a erradicar el trabajo no registrado en diferentes sectores. Según el Indec, el de la construcción es uno de los más informales: a fines de 2006, el 67% de los obreros trabajaba en negro. Zuccotti, en función de la tarea de inteligencia que los llevó a Flores, estimó que la informalidad empieza a reducirse y ronda el 50%. "Hay una política activa de fiscalización y se genera un factor riesgo que termina reduciendo la ilegalidad", manifestó el responsable de los operativos. Según una fuente del Palacio de Hacienda, en el primer trimestre de este año se registraron 384.433 trabajadores, lo que representa la creación de 50.000 puestos de trabajo en un año. "La actividad sigue creciendo y hay muy buena rentabilidad. No tienen excusas para no cumplir con la ley", apuntó Zuccotti. Parado frente a una torre próxima a inaugurarse, en Bonifacio al 1600, señaló: "Estos departamentos están cotizados a 120.000 dólares cada uno. Y están todos vendidos". Los operativos continuarán esta semana en Caballito, Colegiales y Belgrano, aunque no adelantaron el circuito de los inspectores. Intentan mantener el efecto sorpresa del operativo.
Verónica Dema.
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