martes, 23 de enero de 2007

NUEVO DOCUMENTO DE QUILMES UNIDO

“Por nuestros derechos III”

“Estamos atravesando la parte del año del sol abrasador durante largas horas y una alta y persistente humedad que aumenta la térmica que debemos soportar; a lo que agregamos un detalle para algunos muy perceptible, para otros no tanto, cual es la merma de energía eléctrica, gas y agua en determinados días de la semana y a ciertas horas del día.Las explicaciones que recibimos son siempre las mismas: aumento del consumo. Si existe tal aumento, que debemos dar por cierto, es porque hay una necesidad, esto también es cierto y si existe tal necesidad debe contemplarse y satisfacerse con planes de corto y mediano plazo, porque se trata de una demanda vital, que exige soluciones de fondo.Sin embargo, la intervención que se toma apunta a mermar o poner límites al consumo.El que a través del tiempo, su trabajo y perseverancia obtuvo en propiedad una casa habitación con un espacio al aire libre para aprovechar como una necesidad natural de vida, no soñó que un día padecería de limitaciones y precariedades en los servicios públicos, que supuestamente están garantizados.Estos padecimientos de efecto gradual y progresivo se mantendrán hasta que llegue la solución definitiva y mientras tanto vemos que a nuestro lado se levantan obras de ocho, diez, doce pisos que vienen a perjudicar aún más, restando aire y sol, encajonándonos y haciéndonos vivir entre paredones.Esas son las torres que están apareciendo en todas las manzanas de nuestra querida ciudad. A eso se llama progreso urbano y adelanto edilicio sin hablar de condiciones de salubridad, ni de planeamiento alguno en cuanto a servicios se refiere.Se está acometiendo contra este tipo de propiedad, contra la natural necesidad de vida libre, contra lo más preciado que debemos defender: salud, bienestar, dignidad. Se está oprimiendo al vecindario limitándoles el abastecimiento de los servicios públicos esenciales porque no da abasto en calidad y capacidad la infraestructura, debido a una falta histórica de previsión.Con todo, se persigue a los ocupantes de esas casas, afectándolos hasta que se van, buscando más salud y tranquilidad.Se viene arrastrando y heredando culpas. No permitamos la continuidad de un mal del que no tendremos salida.No podemos acallar un desacuerdo. No podemos dejar que por silencio o apatía confundan nuestras convicciones con los que nos llevaron a este estado de cosas. Sostengamos y opongamos la razón ante los intereses de los que hacen y permiten la proliferación de estas obras en vertical. No sumemos una culpa más. Nuestros hijos y nietos ávidos por nuestra conducta, actitud y reacción de hoy, porque de nosotros los mayores, depende que podamos dejarles como legado una solución satisfactoria o un fracaso que será para lamentar y padecer.Hagamos de esto un llamado a la conciencia popular, a la razón y a la solidaridad.BASTA DE TORRES EN NUESTRA CIUDAD DE QUILMES.”

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