Hace pocos días hemos expresado, con claras evidencias, las gravísimas irregularidades que ocurren a diario en de las demoliciones y construcciones de Quilmes, en las cuales las empresas constructoras, además de ignorar los derechos de los vecinos aledaños a esas obras, ignoraban también los derechos de los operarios de la construcción a trabajar con seguridad, poniendo en riesgo su integridad y hasta sus vidas. A estos operarios no se les estaría brindando, en muchas de estas obras, la seguridad y protección que no solo se merecen sino que son sus derechos irrenunciables.
Ejemplos de esto son las siguientes fotos que fueron tomadas en el día de ayer en demolición la calle Olavarria 226, entre Lavalle y Brown, con expediente de Demolición 4091-9441-2008.
En una de ellas se observa increíblemente a dos operarios "a pico" demoliendo paredes y techos en medio de cables y sin el más mínimo elemento de protección. No se les provee de cascos, guantes, amarras, elementos de protección de cintura y espaldas, sin protección de ojos y cara, se los ve pisando sobre los mismos techos que están demoliendo, etc.
En la otra imagen se ve a un operario manipulando los cables, que pasan a un lado y otros del techo de la vivienda, directamente con sus manos, sin tomar ningún tipo de recaudo para su seguridad.
Estas imágenes alarmantes, que ocurren a plena luz del día, que son observadas en casi todas las cuadras de Quilmes centro a plena luz del sol, ¿pueden pasar inadvertidas por el Municipio?
Desde esta asamblea de vecinos nos preguntamos:
¿Podemos confiar en las intenciones de trabajar en un plan urbano ambiental de los constructores e inversores que por un lado exigen, con razón, que se respeten sus derechos a ganar dinero, pero por otro lado siguen destruyendo la ciudad desde hace más de 5 años con la construcción indiscriminada de torres y edificios sin reflexionar en la sustentabilidad urbanística de la ciudad en su conjunto, sin importarle la calidad de vida de los vecinos residentes y futuros ,haciéndose dueños de veredas y calles por meses, sin los permisos necesarios, poniendo en riesgo a los transeúntes y ni siquiera respetando el derecho a trabajar de forma segura de las personas que trabajan para ellos, haciéndolos arriesgar diariamente sus vidas?
Y por otro lado, ¿podemos seguir confiando en algunas áreas del Municipio cuando no controlan el desarrollo urbano de nuestra ciudad, permitiendo mediante esta construcción indiscriminada, seguir menoscabando la calidad de vida de los vecinos residentes y ni siquiera poniéndole límites a las empresas constructoras para preservar la integridad física y hasta la vida de las personas que trabajan en estas construcciones?
Creemos que, viendo la realidad de todos los días, los vecinos nos estamos quedando con menos argumentos para seguir confiando.