La prestadora del servicio de Agua y Cloacas AySA y la papelera Smurfitt Kappa coincidieron en la jornada del sábado, en una actitud común: ambas se negaron a recibir el petitorio que, en forma pacífica y en el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos más elementales, los vecinos intentaron dejar. Un detalle las distingue: mientras Smurfitt es una papelera de capitales transnacionales, AySA es una sociedad mixta estatal. Esta última, ejercitó asi una doble violación. El Estado desatiende los servicios que debe prestar, pero además, impide el ejercicio ciudadano de peticionar.
Hacia las 12 del sábado, al autazo arrancaba con la entrega en AySA de un petitorio que rezaba:
“AySA HACE LO QUE QUIERE Los habitantes del municipio de Quilmes, a raíz del ascenso de la napa freática, sufren graves riesgos a la salud y considerables deterioros en sus propiedades, exigiendo de constantes reparaciones en pisos y paredes y la instalación de bombas domiciliarias que sólo pueden paliar mínimamente el problema. Asimismo, los pozos ciegos de los inmuebles afectados –a falta de cloacas- se desbordan frecuentemente, con la amenaza concreta de derivar en un desastre sanitario.
AySA es responsable de:
• la importación constante de agua del Río de La Plata para ser destinada al consumo sin haberse previsto el desequilibrio hídrico provocado.
• la desactivación por parte de la concesionaria del sistema de extracción de aguas subterráneas y de los pozos de explotación locales.
• déficit en el tratamiento de efluentes y de la red cloacal, lo cual provoca que el agua consumida se filtre directamente a las napas no volviendo a su lugar de origen (Río de La Plata). • la aceptación del incontrolable crecimiento edilicio que ocasiona la sobrecarga del sistema cloacal y la ineficiencia del sistema de agua potable.
• negligencia de la concesionaria por las pérdidas técnicas de las redes de distribución de agua potable.
• construcción de plantas de tratamiento terciario de los líquidos residuales, en estas plantas sólo se realiza el tratamiento pre-primario, es decir, la eliminación de residuos sólidos y grasas. • prolongación de emisarios que no solucionan el problema de contaminación, siendo obras muy costosas que lo único que logran es cambiar la contaminación de lugar.
• incumplimiento de los deberes de funcionario público en que incurren las autoridades responsables de AySA por haber presentado fuera de término el inventario del estado de los bienes recibidos de la concesionaria privada al rescindírsele el contrato de concesión. Dicho retraso le amnistió a la anterior concesionaria $2800 millones de pesos por incumplimiento en el mantenimiento de las redes de agua y cloacas y la imposibilidad de presentar una demanda para reclamar esos fondos. AySA ha sido obligada por numerosos fallos de la justicia (entre ellos, de la Corte Suprema de Justicia de la Nación) y específicamente sobre el partido de Quilmes a revertir esta situación de grave crisis ambiental.
POR TODO ELLO EXIGIMOS:
• la puesta en marcha (provisoria) de los pozos acuíferos puelche con una planificación sistematizada en todo el conurbano bonaerense y Ciudad Autónoma de Bs. Aires suministrando agua del acuífero.
• cumplimiento de la orden judicial de la apertura de los pozos al puelche para deprimir el acuífero freático.
• No emitir certificados de factibilidad para la construcción de nuevas torres hasta tanto no se renueve en forma total la red cloacal.
• plan de obras sanitarias de la nación con actualización de acuerdo al crecimiento poblacional. • extensión de la red cloacal al 100% en forma inmediata.
• renovación de las cañerías de conducción obsoletas para evitar pérdidas y contaminación.
• inicio de la construcción de plantas de tratamiento de efluentes zonales e integrales, que permitan procesar los desagües cloacales domiciliarios e industriales de modo diferenciado.
• establecer que todos los nombramientos de directivos del ERAS y de la propia concesionaria AySA deban ser designados por concurso público de antecedentes.
• remoción de todos los puestos directivos del estado y de la empresa AySA cómplices de haber provocado la situación descripta.'
Personal de seguridad de la firma negó la atención a los vecinos y ni la petición del Defensor del Pueblo, logró torcer la impunidad. El documento debió ser ingresado por debajo de la puerta y allí quedó, víctima del viento, sin que nadie siquiera, lo levantara.
Segundo capítulo
La segunda parada fue la puerta de la Papelera Smurfitt Kappa. La situación allí fue idéntica. Los vecinos protagonizaron un escrache, reclamando el cese de los ruidos y la contaminación. Nadie quiso atenderlos, y personal de seguridad, se limitó a decir que “no había responsables.” Sin embargo, todos reconocieron deambulando por el interior del playón a un ingeniero apellidado Rodriguez, uno de los “técnicos” del lugar.
El diario de Quilmes.